El estudiante de medicina tiene la obligación de entender lo que está estudiando, y no pasar la página del libro hasta que todo quede claro. De esta forma el conocimiento se integra a una segunda naturaleza que es para nosotros descubrir qué sucede con el paciente o el caso presentado. No está de más, por eso, preguntarse por qué, y no solamente tomar la información leída como un hecho. Es cierto, habrán ocasiones en que será imposible recordar sistematicamente una idea o una serie de ideas, y se deberán buscar recursos puramente memorísticos, como sucede con los HLA o un mecanismo antibacteriano, etc. Sin embargo, siempre que se pueda lo que debe importar es entender el por qué de las cosas.
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